miércoles, 4 de septiembre de 2013

¡Bienvenidos!

En Septiembre de 2012 me trasladé a Inglaterra cargada con dos maletas enormes y llena de ilusión por conocer el colegio en el que iba a empezar a trabajar. Sabía que me esperaba un año intenso, en aprendizaje y experiencias, y quería ver como se me daba eso de ser independiente.  Pronto me di cuenta de que aquello que llevaba haciendo mi madre toda la vida en la cocina, no era una cosa tan fácil, y que si no quería convertirme en cliente oro de las pizzas congeladas de Tesco (que poco faltó el primer mes para que pusieran mi cara en las cajas) tenía que aprender a cocinar. Sí, yo, la misma que no había pasado de cocinar pasta y patatas fritas. Poco a poco empecé a soltarme y descubrí que me gustaba (vaaaaale, no más que ir de tiendas por Oxford street) y al final no solo me gustaba, ¡me encantaba!
Junto con este descubrimiento llegó otro, que cualquiera que se haya paseado por los mercados de comida de Londres puede intuir. Si no dejaba de comer cupcakes, cookies y pollo tikka masala iba coger no uno, ni dos, ni tres, sino varios kilos de más. ¡Pero cómo iba a renunciar a todas esas cosas! Y aquí es donde comenzó todo. Me propuse seguir comiendo todo lo que me gustaba pero en su versión más “light”. Y eso es lo que quiero compartir con vosotros en este blog, especialmente dedicado a todos aquellos que, como yo, se mueren por lo dulce y por lo salado. Espero que disfrutéis acompañándome en este viaje a medio camino entre Inglaterra y España. ¡Comenzamos!

1 comentario:

  1. aiii malditos kilos! si fueran tan fácil perderlos como cogerlos!!
    aqui estaremos, esperandos tus recetas light!
    besotes

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu comentario! ♥